miércoles, 27 de marzo de 2013

ENEMIGOS NATURALES



La noche estaba desierta, la luna creciente iluminante había salido como todos los meses y ahí estaba el hombre corriendo, el iba buscando la salvación de su vida, pero el cazador era mas rápido, tomo la flecha y la lanzo, el sabia que no lo podía matar asi, pero era una buena opción para detenerlo.
La flecha desestabilizo al hombre, el cazador apresuro el paso, el hombre dio el primer golpee queriendo escapar, pero el cazador era un hombre entrenado, llevaba años haciendo esa labor, los ojos oscuros del acechador brillaban por la victoria, sus cabellos largos castaños se revolotearon por la fuerte tormenta que venia en camino.
Lo miro deseoso de ver la muerte, el  deseo de su peor enemigo, el vio el miedo reflejado en los ojos del hombre, sus ojos comenzaban a convertirse en el blanco aterrador que todos temían siempre, pero este individuo ya no tendría tiempo de escapar, no le haría daño a  nadie.

-      Tu ultimo deseo monstruo – el cazador lo miro con el odio que había sido insertado en el durante toda la vida, el hombre se encontraba de bajo de el, había sacado el puñal que le quitaría la vida al indefenso hombre de ojos blancos que se encontraba en el suelo.
-      Monstruo yo – el hombre le contesto su voz era tensa y dura, era ronca – quien esta matando a quien.
-      Tu no debes de existir- la rabia y el odio del cazador hacia el hombre no se podía disimular.
-      Si yo no existo, tu gente no existirá, tu razón de ser es mi existencia.
-      Habla tu ultimo adiós- el cazador le apuntaba con el arma-
-      No es un deseo – dijo el hombre resignado – mas bien es tu futuro, un dia nosotros, mi especie será mas y no podrán con nosotros, llegara el dia que tu descendencia cazador no sea capaz de terminar con la mía- el cazador se burlo del hombre el sabia que eso nunca iba a suceder.
-      Nunca pasara algo asi, siempre los encontraremos y los mataremos asido asi desde milenios.
-      Claro que yo lo se, pero un dia no podrás no lo vas hacer Gabriel- el cazador se sorprendió de ver que el hombre sabia su nombre, la ira invadió su cuerpo.
-      Lo dudo mucho, nunca sucederá algo parecido, siempre existirá el odio entre nosotros, siendo eso lo único que tenias que decir, ah llegado la hora.
-      Espera – dijo el hombre en forma de suplica-
-      Te ha perturbado, lo veo en tu mirada, pero un dia no podrás acabarme, serás débil, en que años estamos. – el cazador pensó la fecha- si lo recuerdo en septiembre de 1870. – el cazador no quiso seguir perdiendo su tiempo escuchando las tonterías del hombre  que debía de morir, tomo el puñal, y con la sangre fría lo enterró en el pecho del hombre, se levanto del suelo, y disfruto como siempre lo  hacia la agonía del hombre sus ojos comenzaron a tomar el color grotesco sabiendo que ya todo había acabado para el, el cazador sonrió había terminado con la vida de aquel hombre. 

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